Cueva ermita en perfecto estado en Vio - Fanlo

 
Se accede por una escalinata que sube a la cueva, el santuario se halla al fondo y es semirupestre, cerrado por un muro de mampostería, tiene una puerta abierta al sur en arco de medio punto sobre jambas de nacela, con el trasdós moldurado por una imposta. Al oeste hay un vano triangular y monolítico garbado en piedra toba. En el testero hay resto de pinturas murales muy deterioradas y de ejecución popular, a base de líneas oscuras sobre fondos blanquecinos, que representan a Adán y Eva a ambos lados del árbol del Paraíso  plagado de manzanas y al que se enrosca una serpiente con cabeza de mujer s.XVII. La fábrica y puerta del santuario pueden considerarse, a pesar de su rudeza, como obras medievales de tradición románica tardía. Se sitúa en el extremo sureste de la Ballivió, después de atravesar el Cañón de Añisclo en la cavidad conocida como Cueva de Sestral, sobre la confluencia de los ríos Bellós y Aso. A la ermita de San Úrbez se acude cuatro veces al año: el 1 de mayo, el martes de Pascua de Pentecostés, el 14 de septiembre y el 15 de diciembre, día del santo. Se celebra una misa y acuden representantes de cada casa del valle, al menos era obligatorio de los pueblos de Nerín, Sercué, Vio, Buerba y Gallisué. Cuando termina la misa se venera una reliquia del santo y se cantan sus gozos. Al salir de la cueva suelen repartir caridad y vino. Posteriormente se come la "merienda" en distintos grupos junto a la cueva. En tiempos de sequía se realizaban novenas y los romeros de Albella acudían a Vio, descalzos, para hacer el trayecto desde la casa en que vivió el santo hasta la Cueva de Sestral, como nos describe detalladamente Victoria Trigo:
 En caso de falta de lluvia, Vio, Nerín, Sercué, Buerba y Gallisué, que constituían lo que ellos llaman el Quiñón,  iban nueve días a Sestral desde la casa de Vio donde vivió San Úrbez, si no llovía hacían dos novenas mas. Si a pesar de esto no llegaba la ansiada lluvia, venían los romeros de Albella, que eran dos hombres que habían de realizar el recorrido caminando, descalzos, a una distancia de tres metros entre ambos y que durante el trayecto no podían conversas entre si. Entraban a la casa de Vio aludida, por la puerta trasera que es por la que salió el santo cuando se marchó del pueblo. En esa casa tenían obligación de darles de cenar y de llevarles la comida a la gruta de Sestral.
   
 
 
 

Se dice que en el valle de Vio estuvo de pastor San Úrbez, viviendo en el pueblo de vio en casa Lardiés y destacando por ser una persona muy sencilla. Sus ovejas y cabras, cuando se metían en un sembrado, sólo comían las malas hierbas. Cuando bajaba el ganado cerca del valle dormía en la cueva de Sestral. En las casas donde habitó, al darse cuenta las personas con las que convivía que tenía algo sobrenatural, querían agasajarle o tratarle de forma diferente, entonces él cambiaba de casa o incluso de pueblo y esto explica que viviera en tantos lugares y ahora se le venere en tantos pueblos. La tradición ha hecho que en casa Lardiés de Vio se haya conservado el nombre Úrbez como en verdad antroponímico; desde generaciones siempre ha habido un Úrbez en la familia. A esta romería no solo acuden los habitantes del Quiñón, sino también de otros lugares de la Ballibió y del municipio de Puértolas. De esta ermita, así como de la vida del santo, se cuentan muchas anécdotas. Por ejemplo, se cuenta que en una ocasión alguien tuvo la idea de celebrar en el mismo día a San Úrbez y a la Virgen de Lourdes; por ello, se llevó a la cueva una imagen de esta virgen. Estaba previsto que a esa celebración subiera el obispo de Barbastro pero, como no podía en ese día, la fiesta se quiso hacer la víspera. El día en cuestión se puso a llover a cántaros y tanto llovió que ni la gente pudo salir de los pueblos ni el obispo pudo llegar. Al día siguiente, festividad del santo lucía un sol espléndido. y esto mismo pasó un año mas. Desde entonces se dice que San Úrbez no quiere que se celebre a nadie mas que a el en sus romerías.

Nosotros asistimos a la romería del día 1 de mayo de 2012.

 
 
 

 

   
   
En esta foto puede verse al archiconocido Horacio Palacio