Casa despoblada situada en la cabecera del barranco de San Martín, término municipal de Boltaña, en el viejo camino que unía el viejo valle de Vió con la capital comarcal -Boltaña- atravesando el cauce del Río Esa y en el trayecto que se hace desde Boltaña a Morillo de Sampietro. La casa tiene dos plantas y horno adosado, rodeándole edificios de apoyo, eras y terrazas de cultivo; consta que en época de esplendor era cobijo de pastores y de las gentes que hacían estos caminos y según la anécdota popular el nombre le viene porque dado su reducido tamaño, cuando allí se concentraba una cierta cantidad de personas los piojos saltaban de uno a otro "sin bajar a tierra".