s.XVI en Banastón

 

De planta de cruz latina y cabecera recta más baja orientada al este. Bóvedas de medio cañón en  nave, cabecera y en las dos capillas que forman el crucero. Una imposta en listel biselado recorre los muros de la nave y el trasdós de la embocadura de los arcos de las capillas. Coro alto a los pies sobre un arco rebajado. Desde Usana se sigue la pista aguas arriba del barranco del mismo nombre, se encuentra a la izquierda de la pista, en la sierra, entre campos de cultivo, la era ante la ermita ,donde se come para la romería, está preparada con mesas y bancos. Cuenta con casa de santero que estuvo habitada hasta 1960. La tradición cuenta que la Virgen se apareció sobre un rosal que hay delante de la ermita. Y según se dice de nada sirve coger los chitos de este rosal para plantarlos en otro sitio, porque es imposible que broten. Cerca del rosal crecen unas flores que popularmente son conocidas como "varas de San José" - San José es uno de los santos patronos de Banastón -. En la Virgen de Villarcillo se celebran  dos romerías: el dos de febrero, día de la Candelera, y el lunes de Pascua de Resurrección. Existe una cofradía desde época medieval que se cuida del uso y explotación de las propiedades de

 
 
   

 

 

la ermita y cobra el alquiler anual al ermitaño, que consiste en pagar una cantidad simbólica de dinero al año e invitar a una comida a uno de cada casa de los miembros de la cofradía, antes era el día de a candelera y actualmente es durante la romería del lunes de Pascua. Aunque hoy ya no vive aquí ningún santero, la tradición se mantiene ya que ahora las tierras de la ermita están arrendadas a una familia de Buxitar, quien se encarga del mantenimiento de la misma y de preparar la comida para los cofrades el día de la romería del lunes de Pascua. Según J. M. Abad - (Abad Rivera, J. M., "Ntra. Sra. de Villarcillo de Banastón", en Revista El Gurrión, n.º 31. págs. 10-13).- todos los datos concernientes a esta cofradía se anotan en el Cuaderno de Nuestra Señora de Villarcillo de Banastón, antes llamado "Cuaderno de cuentas del pueblo de Banastón", cuyo primer asiento lleva fecha de 1869. Según anotaciones de estos cuadernos, parece ser que antiguamente había reparto de caridad. También aparecen los ingresos procedentes de arriendos, limosnas y donaciones, gastos destinados a la caridad, cera, vino, a arreglar caminos y revisar la hacienda, así como a contribuir con cera y velas para la ermita de San Visorio de Labuerda. Como curiosidad aparecen pagos a la maestra, al cura por la enseñanza, para presos pobres, así como el pago de 1 peseta al encargado de realizar el viaje  a Fornigales para buscar un nuevo ermitaño en 1897. Las dos romerías siguen siendo muy populares y en ellas no puede faltar el turronero de Aínsa. Después de la misa todos los romeros se quedan a comer. Durante ambas romerías tienen lugar rifas para sufragar los gastos de la ermita y de la fiesta. Antiguamente parece ser que se rifaban productos caseros como pollos, palomos, tartas.. y en la actualidad suelen ser productos de compra. La forma de la rifa también ha cambiado, antes se hacía metiendo una bolas con números en una bolsa y ahora se hace con una baraja. Antes se hacía baile en la era por la tarde o en la sala de la vivienda del ermitaño a la luz de los candiles.