Esta
pintoresca villa en el año1981 tenía 331 habitantes, y posee Ayuntamiento
propio, al que se adscriben las siguientes entidades. Chisagués, Espierba,
Javierre y Parzán. Su altitud es de 1053 m. sobre el nivel del mar.
Caserío articulado en torno a la plaza mayor y red viaria de compleja
trama, pero corto desarrollo. Los edificios poseen, por lo general,
características pirenaicas, con típicos tejadillo de pronunciadas
pendientes, abundando los de doble inclinación y faldón corto transversal
al espinazo con rompeaguas. En realidad es un pueblo nuevo alzado tras la
escombrera que dejó la
"Bolsa de Bielsa" en la guerra civil. Bielsa es un pueblo ganadero y de notoria riqueza
forestal, pero la principal fuente de ingresos es el cada día más
floreciente negocio del turismo palpablemente incrementado con la apertura
del túnel transpirenaico Bielsa-Aragnouet, cerrado durante el periodo
invernal. Su control sobre el valle de Pineta (colonias veraniegas,
campamentos...) también supone una importante fuente de ingresos
municipales. Tiene un habla característica: el
belsetán.
Original y famoso carnaval, el más caracterizado y rico en personajes,
participación popular y asistencia masiva de espectadores de toda la
provincia. La Casa Consistorial es del s. XVI, bello edificio civil
renacentista de un solo cuerpo con soportales en los bajos, vanos
simétricos, el central más amplio y elaborado, garitón circular formando la
esquina meridional -edificio restaurado-. Iglesia parroquial del s. XVI, de
enormes proporciones; planta de tres naves, puerta al sur y torre a los pies
(reconstruida). Las fiestas tradicionales se celebran el 15 de agosto y se
ha perdido casi todo del bello folklore belsetano, cuyos bailes típicos son
el
"chincheclé",
los valses de la gaita y de las flores y el tin-tan;
diecisiete
bailes con aires varios:
vals, mazurcas, pasavillas,
trespuntiaus, balsurrianas,
etc., el traje con pequeñas variantes se parece al de Plan y Gistaín. Bielsa
es la capital blanca y atractiva, bajo el gris plomizo de sus tejados de
pizarra, coronados de orondas chimeneas, con sus señoriales casonas, de un
complejo montañoso cuajado de masas rocosas, cimas, heleros, graveras y
lagos azules que rodean y contrastan una serie de amenos valles pletóricos
de fecundidad vegetal, engalanados con los mil tonos de verdor de las
pinadas, abetales, hayedos y praderíos entre los que multitud de riachuelos
saltan jubilosos o se remansan en sus pedregosos cauces, formando todo ello
un conjunto de extraordinaria sugestión, lleno de paz y de dulzura. |