SAMITIER,
toma el nombre de los santos de su más valiosa ermita (tal vez la más
bonita de la comarca), San Emeterio y San Celedonio, hijos del centurión
Marcelo, que fueron martirizados por su fe en Cristo, antes de llegar a
esta ermita podemos ver otra que está bajo la advocación de Santa Waldesca
que ha sido restaurada hace poco tiempo; junto a la ermita de los santos
Emeterio y Celedonio, está el castillo de Samitier, desde donde podemos
disfrutar de unas vistas maravillosas, tanto del pantano de Mediano como
del estrecho o cañón del Entremón, por donde se puede realizar una bonita
y agradable travesía. La ermita y la torre pentagonal, ambas del s. XI,
formaban un conjunto unido por un muro en su flanco suroeste y por el otro
lado lo que existe, el vacío de un gran cortado. Se aprecia que la puerta
original de la ermita estaba en alto (la de abajo es posterior) y toda
ella tiene aspilleras defensivas. De la torre queda poco, pero aún se
observa la puerta en alto y un aljibe en la base. Cerca de este conjunto,
en un risco cercano subsisten los basamentos de una torre circular de
vigilancia. El casco urbano está presidido por la torre de San Vicente del
s. XVI y ésta, forma conjunto con el campo santo. |