Fuente de textos: Internet

 
Gallisué es una minúscula población situada bajo la sierra del mismo nombre. Perteneciente al municipio de Valle Vió, formado por tres viviendas alineadas en hilera orientadas al sur. Es un pueblo que siempre ha padecido un aislamiento muy severo con precarios caminos de caballerías para comunicarse con los pueblos cercanos. Tenían una economía de pura subsistencia con cultivos de trigo, cebada, patatas y judías. Las cabras era el animal más numeroso en la ganadería. Celebraban sus fiestas patronales los días 17 y 18 de agosto en honor a San Mamés, al que dedicaban una misa, para la comida se mataba un cordero o un cabrito para compartir con los familiares y amigos que venían de fuera. Los músicos de Buerba y Vió con acordeón, guitarra y violín amenizaban el baile que se celebraba en una era.
Los jóvenes de Gallisué acudían también a las fiestas de los pueblos cercanos como Vió, Buerba, Puyarruego, Muro de Bellós y Morillo de Sampietro, pueblo este último con el que siempre mantuvieron una gran relación. Otra celebración muy concurrida y celebrada por sus vecinos era la matacía (matanza) del cerdo, donde se hacia una riquísima sartenada de mondongos. No había escuela y los niños de Gallisué tenían que desplazarse a la de Buerba, con una hora diaria de camino.
El cura venia desde Fanlo para oficiar los actos religiosos. De Fanlo venia también el médico.

 

La ermita de San Mamés, tras estar muchos años abandonada, fue rehabilitada gracias al empeño de gente como Doro, persona muy querida y recordada en todo el Valle Vió y Valle de Puértolas.

   

"En Gallisué nunca hubo médico residente, pero en los años 60 se puede decir que si lo tuvimos permanente durante una semana debido a que un día de invierno había venido a visitar a una abuela de Casa Agraz que se encontraba enferma y fue
tal la nevada que cayó ese día que el pueblo se quedó incomunicado por lo menos siete días, por lo que este hombre se tuvo que quedar aquí durante ese tiempo. Tenía fama de hombre serio y hosco, pero aquí se lo pasó bien e intimó con las gentes del pueblo, echábamos partidas de guiñote (juego de cartas) y aquellos días estuvimos muy bien atendidos de cualquier dolencia o malestar, hasta que amainó el temporal y pudo volver a Fanlo"
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El cartero también venia desde Fanlo y más tarde desde Buerba, de este pueblo acudía el herrero una vez al mes.
Se recuerda ver aparecer a un vendedor ambulante de Labuerda vendiendo paños, telas y baratijas.
Bajaban a las ferias de Ainsa a comprar y vender animales y a realizar algunas compras importantes debido al gran comercio que había en este pueblo.
A Escalona también bajaban con las caballerías a comprar vino, aceite y azúcar entre otros productos. El aislamiento que padecían debido a lo abrupto del terreno y las malas comunicaciones que tenían, unido a la fiebre que había en aquellos años por emigrar a las grandes ciudades, hizo que las tres casas fueran cerrando sus puertas y marchando cada una hacia un lugar distinto, siendo Doro y su madre María de Casa Antolin los últimos en marchar, haciéndolo en el año 1978 hacia el pueblo de Escalona. Gallisué en la actualidad es de propiedad privada y esta dedicado a la explotación ganadera.