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Fuente:
Amigos de Serrablo - Edición n.º 90 - Dic. 1993
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El Priorato de San Juan
de Matidero |
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A
27 de diciembre de 1203 Pedro II realizaba un cambio con San Juan de
la Peña. Recibía el rey el monasterio de Santa María de Iguacel con
las villas de Larrosa y Acín, más otras propiedades, y entregaba el
de San Juan de Matidero, también con las villas que le pertenecían y
otros bienes. Se conservan tres redacciones distintas sobre este
acto y, a su vez, cada una de ellas en varias copias y traslados.La
primera de las redacciones detalla las posesiones que pertenecían a
Matidero: la villa del mismo nombre, con sus palacios y la
denominada selva de Matidero, las villas de Biván, Alastrué y
Binueste con las iglesias respectivas, más otros bienes que no se
pormenorizan. Otra de las redacciones, contenida en un traslado
notarial de 1338, después de citar las mismas villas, precisa algo
más los términos de la selva de Matidero.Es posible que la falta de
una descripción concreta de esta selva llevara a redactar un segundo
documento que proporcionara estos datos, o también que el documento
recogido en el traslado sufriera esta adición, quizás por problemas
de pastos surgidos con otras poblaciones vecinas, por lo que el
monasterio necesitaba una mayor concreción de los términos que
alcanzaba la selva, e incluso aprovechara la ocasión para
ampliarlos. Es significativo que en la carta de repoblación que el
de la Peña concedió en ese mismo año 1338 a Biván se mencionen los
continuos problemas de esta población con los lugares próximos por
cuestiones de términos. Puede pensarse que estos problemas llevaran
a San Juan a preparar un texto que especificara de manera clara qué
términos eran de la Peña.La que difiere bastante más de las
anteriores es la última. Después de mencionar las mismas villas
incluye una serie de fórmulas sobre la prohibición, sin permiso
expreso, y a continuación se enumeran una serie de iglesias y
posesiones que hasta entonces no habían aparecido, en los otros
diplomas. Esto, y el hecho de que se trate de un texto que parece
estar escrito posteriormente, hacen pensar en la inclusión
interesada de esta nueva descripción más detallada. No quiero decir
con esta afirmación que se incluyan en esta copia propiedades que no
fueran de Matidero con intención de apropiárselas, aunque no puede
descartarse esta posibilidad, pues esta práctica fue a menudo
utilizada por San Juan de la Peña.
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La mayor parte de los
bienes ahora citados ya aparecen como pinatenses poco después de la
fecha de permuta de 1203. Algunos de los palacios aludidos, en
concreto los de Alberuela, Gillué, Secorún y Laguarta, estaban ya
pocos años más tarde, en 1210, entre los bienes que fueron asignados a
la mensa conventual. Y dos iglesias nuevas que en este documento
aparecen, San Pedro de Espierlo y San Juan de la Val, figuran en 1245
entre las que pertenecían al de la Peña dentro del obispado de Huesca.
Una buena parte de estos bienes continuaba formando parte de la honor
de Matidero en los primeros años del siglo XV. Mi opinión es que dada
la vaguedad del documento original, San Juan preparó esta copia más
pormenorizada .San Juan de Matidero era un monasterio situado en pleno
corazón de Sobrarbe. Antonio Durán cree que fue erigido a principios
del siglo IX, que había sido afectado por la razzia de Abd al-Malik en
1006, y que sus miembros habían procedido a instalarse en los años 70
del siglo XI en la canónica fundada por Sancho Ramírez en el castillo
de Alquézar que, junto con la Loarre, fueron los intentos realizados
por el rey de emprender la reforma gregoriana, basada en la regla de
San Agustín. Según este autor, el monasterio de Matidero fue integrado
con el de San Cucufate de Lecina, con sus respectivos patrimonios, en
la nueva canónica de Santa María. Alquezar se convirtió en la manzana
de la discordia entre los obispados de Jaca y Roda, siendo finalmente
asignada a esta última diócesis. Con todo, los pleitos continuaron.
Ramón Berenguer IV la integró en el obispado de Tortosa, pero este
hecho no contuvo las peticiones de los diocesanos oscenses. Matidero,
como parte, que era de las propiedades de Alquezar, siguió los mismos
destinos que ésta por lo menos desde mediados del siglo XII. Sin
embargo, en algún momento de la segunda mitad del siglo XII o en los
primeros del siguiente el monasterio de Matidero fue separado del
priorato de Alquezar. No se conoce la fecha exacta y el motivo, pero
en 1203 estaba en manos de Pedro II que, como acabo de comentar,
procedía a cambiarlo con San Juan de la Peña, hecho que provocó una
reclamación del obispado de Huesca. Cuando finalmente Vidal de
Canellas, tras largas disputas y varias sentencias arbitrales,
consiguió que Alquezar pasara a la diócesis de Huesca en 1242,
Matidero continuó en manos pinatenses, posesión que en 1245 ratificaba
este mismo obispo, aunque con la disconformidad de los clérigos de
Alquezar que recurrieron a la Santa Sede, litigio que debieron perder
pues en la ratificación de 1248 del importante convenio firmado entre
San Juan de la Peña y Vidal de Canellas tres años antes Matidero
continuaba en el dominio pinatense, y así continuó por lo menos
durante toda la Edad Media. Con posterioridad a su integración en 1203
Matidero, con sus bienes, fue constituido como priorato a cuyo frente
aparece un responsable en los años centrales del siglo XIII. Después
de esta mención desaparece cualquier alusión de tal cargo y este
priorato fue asignado a la cámara del monasterio. |
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